Escalofriante cogida la de Julio Aparicio, tanto como sorprendente su progresiva recuperación. La instantánea en pantalla es de Cristóbal Manuel, y ha dado la vuelta al mundo para confirmar lo que tantas veces se ha repetido: que los toreros están hechos de otra pasta -también por el jornal que cobran-. En el cochede esperamos su pronta recuperación, lamentando al mismo tiempo que el fotógrafo de la Agencia EFE no pase más a menudo por otras ciudades españolas, como la jerezana, donde podría retratar las cornás que la vida -por decirlo de algún modo- les está dando a muchos.